UIA Congress, Luxembourg 6 - 10 Nov. 2019
¿Es necesario restringir la libre circulación?
Mientras la atención se centra en la crisis migratoria, se están creando estructuras políticas en las principales regiones del mundo que permiten la libre circulación de personas y el libre comercio. De hecho, la UE ha creado el Espacio Schengen, América del Norte, el TLCAN y América del Sur, el MERCOSUR.
La apertura de las fronteras conduce así a un aumento de la movilidad internacional y ha permitido remediar la necesidad de mano de obra en algunos Estados. Según un estudio reciente de la firma de auditoría PwC, las transferencias profesionales internacionales ya han registrado un crecimiento récord del 25% en los últimos diez años.
Sin embargo, este contexto de apertura del mercado y de movilidad laboral no está exento de riesgos: los países con costes laborales elevados pueden ver su producción competir con productos idénticos que son más baratos porque se fabrican a costes más bajos. Esta situación ha dado lugar a numerosas deslocalizaciones, que a veces amenazan el empleo en países con costes laborales elevados.
En los Estados Unidos, que tradicionalmente ha sido un modelo de liberalismo, el presidente Donald Trump castiga constantemente a las empresas estadounidenses que deciden reubicar sus actividades, incluso amenazándolas con sanciones. Al otro lado del Atlántico, el pueblo británico votó a favor del Brexit, en particular debido a la restricción de la mano de obra extranjera que se aplicará cuando la Gran Bretaña abandone la UE.
En este contexto, el objetivo de nuestra sesión será de debatir en particular el impacto de la libre circulación de personas en el desarrollo económico de los países, pero también los riesgos de subvaloración salarial y social inherentes a dicha libertad.