Retos alimentarios, medioambientales y energéticos: cómo pueden los abogados ayudar a encontrar soluciones para particulares y empresas                                           

Según las estimaciones de las Naciones Unidas, la industria alimentaria es responsable del 30% del consumo energético mundial y del 22% de los gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global. La ganadería representa por sí sola el 14% de estas emisiones a nivel mundial. La Organización para la Alimentación y la Agricultura ha calculado que el planeta superará los 9.000 millones de habitantes en el año 2050, lo que hará necesario producir un 60% más de alimentos. Tenemos que cambiar nuestro modelo de producción porque el cambio climático ha causado problemas en la obtención de los productos tradicionales en las zonas habituales, así como problemas de contenido en cuanto al uso de nuevos alimentos. Como abogados, tenemos que ayudar a nuestros clientes y a las instituciones a encontrar un equilibrio, de una forma que sea compatible con nuestras obligaciones profesionales y con la administración de la justicia. Podemos hacerlo (i) participando en los esfuerzos legislativos y políticos con vista a reducir los riesgos y proteger los derechos humanos; (ii) proporcionando un asesoramiento experto a los clientes sobre la manera de alcanzar sus objetivos al tiempo que mitigan el impacto de la escasez de alimentos y del cambio climático; (iii) resaltando los beneficios de la divulgación de los riesgos y oportunidades relacionados con el conjunto de sus actividades comerciales, incluyendo las cadenas de suministro; (iv) identificando los riesgos jurídicos potenciales y las responsabilidades que pueden derivarse de la acción o la inacción; (v) involucrándonos en las resolución de conflictos para garantizar que las personas perjudicadas puedan recurrir a la justicia en condiciones asequibles.